A la hora de elegir tienes que ver, que tipo de cabello
tienes, igual que pasaba con el tipo de piel del rostro, lo que pasa es que con el
cabello hay muchas clasificaciones.
El tipo de cabello puede ser seco, graso o normal. Si nuestro
tipo de piel es seca o grasa, no necesariamente nuestro cabello debe ser seco o
graso. Esto se mira en el cuero cabelludo, que es donde nace el cabello.
También debemos mirar la textura del cabello, puede ser
fino, grueso o normal. Los pelos finos suelen tener menos volumen y los gruesos
tienen mucho volumen, el volumen tienes que fijarte sin usar secador o algún producto
que de volumen. Un cabello puede ser seco y fino o seco y grueso, son dos
clasificaciones distintas.
Tenemos que considerar: si tenemos mechas o tinte, si
tenemos las puntas abiertas, si se nos cae el cabello con frecuencia… Los cabellos con
mechas o tinte hay que tratarlo con productos más específicos, ya que es un
pelo que se estropea con más facilidad. También hay champús para la caída del
cabello.
Y por último la descripción más obvia, si tenemos el cabello
liso, ondulado, rizado o encrespado.
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